Durante la jornada se habló sobre la situación actual caracterizada por un contexto en que se han eliminado importantes incentivos fiscales. Sin embargo, las deducciones correspondientes a actividades de investigación y desarrollo (I+D) e innovación tecnológica han conseguido mantenerse en el sistema normativo como excepción a la aplicación de dichos criterios.
Las empresas que hoy en día están innovando, tanto si son grandes como pequeñas y medianas, cuentan con diferentes herramientas para lograr un retorno fiscal importante en sus inversiones en I+D+i, entre ellas las deducciones fiscales son una vía muy adecuada de financiarlas.
"El crédito fiscal, que permite a una empresa recibir el abono de la deducción por I+D+i en el mismo año fiscal aunque se arrojen pérdidas, en lugar de aplazarla a años sucesivos como se hacía hasta ahora"
Una correcta planificación puede ayudar a obtener beneficios fiscales que permitan destinar parte del presupuesto anual a inversiones o a la realización de nuevos proyectos de I+D+i (como desarrollo de nuevos productos o procesos para poner en marcha sistemas de producción tecnológicamente avanzados, etc).
La reforma fiscal, que entró en vigor el 1 de enero de 2015, mejora aún más la fiscalidad española de la I+D+i con herramientas como el Patent Box (cesión de intangibles) y el crédito fiscal, que permite a una empresa recibir el abono de la deducción por I+D+i en el mismo año fiscal aunque se arrojen pérdidas, en lugar de aplazarla a años sucesivos como se hacía hasta ahora.
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