Un equipo de investigadores de la UPV ha publicado un nuevo estudio sobre vulnerabilidad sísmica en la Comunidad Valenciana en el que señala a la localidad alicantina de Torrevieja como la población con mayor porcentaje de edificios residenciales (un 29,8%) con riesgo de sufrir daños graves en caso de sufrir un terremoto con intensidad igual o superior a VII, peligrosidad estimada para la zona según la EMS-98 (Escala Macrosísmica Europea), actual base para la evaluación sísmica de la Comisión Sismológica Europea.
Crevillente, Elche y Orihuela, con porcentajes que oscilan alrededor del 22%, le siguen en la citada clasificación, en la que las tres capitales de provincia aparecen con las siguientes cifras: 13% en Alicante, 8% en Valencia y 0,2% por lo que se refiere a Castellón.
Un 58% de edificios de la Comunidad no experimentarían daños moderados ni graves
El estudio, que cataloga como "inhabitable" el 43% de los edificios de Torrevieja, concluye no obstante en términos generales que el 58% de los edificios de la Comunidad Valenciana no experimentarían daños moderados ni graves en caso de tener lugar el citado sismo.
A este respecto, el porcentaje es mayor al norte de la Comunidad Valenciana y va disminuyendo progresivamente en Valencia y Alicante, provincia que presenta mayor peligrosidad sísmica y que cuenta con algunas de las áreas de mayor densidad de población y edificios.
10% de probabilidad de que se produzca un movimiento sísmico de grado VII en 50 años
Rafael Temes, investigador del Departamento de Urbanismo de la UPV y miembro del equipo de trabajo, indica que "todo ello debe contextualizarse dentro de la hipótesis de ocurrencia de movimientos sísmicos con una intensidad igual o superior a VII, según la EMS-98, para un período de retorno de 500 años".
Y explica: "Así, por ejemplo un área con una peligrosidad sísmica de grado de intensidad VII, para un periodo de retorno de 500 años, implica que existe una probabilidad del 10% de que se produzca una sacudida del suelo de grado VII, en un periodo de retorno de 50 años".
Características constructivas y antigüedad de los edificios, analizadas
En su estudio, publicado en Informes de la construcción, los investigadores de la UPV identificaron las características constructivas de las tres provincias, así como la antigüedad de sus edificios.
A partir de estos valores, y como resultado de una detallada metodología de análisis, el equipo ha obtenido datos de especial interés sobre la vulnerabilidad sísmica del territorio valenciano, ofreciendo al mismo tiempo esa estimación de los daños potenciales que se derivarían de un probable sismo en las tres provincias de la Comunidad.
El conocimiento generado permite estimar los daños que ocasionaría un hipotético sismo tanto en edificios residenciales como en aquellos de importancia vital, como son los hospitales y los centros de coordinación de emergencias. Además, también estima los posibles daños a la población y, en consecuencia, ayuda a establecer las necesidades de realojamiento.
"Este trabajo ha permitido efectuar una clasificación del parque residencial existente en la Comunidad Valenciana y estimar los daños potenciales que ocasionarían fenómenos sísmicos, ofreciendo así información de especial relevancia para la planificación de emergencias de Protección Civil", afirma Temes.
Clave para futuros sistemas de gestión de emergencias
Toda la información del estudio ha sido administrada mediante un sistema SIG, que permite mapear el riesgo sísmico y trabajar con un gran número de bases de datos necesarias para la gestión de la emergencia de una manera eficiente.
Además, los investigadores de la UPV han diseñado una geodatabase con más de 50.000 registros de edificios y otras infraestructuras, que resulta de gran eficacia para la valoración de riesgos y sería de enorme utilidad para futuros sistemas de gestión de emergencias y respuesta rápida ante sucesos como un terremoto.
Este trabajo ha sido desarrollado por encargo del Instituto Valenciano de la Edificación, en el marco de un convenio específico con la Conselleria de Gobernación, y forma parte del Plan Especial frente al Riesgo Sísmico, obligatorio en la Comunidad Valenciana por tratarse de un territorio con posibles intensidades sísmicas superiores a VII grados, según la EMS-98.
Sobre la vulnerabilidad sísmica
Begoña Serrano, investigadora del Departamento de Mecánica de los Medios Continuos y Teoría de Estructuras UPV, explica que "la vulnerabilidad sísmica es la predisposición de una estructura, grupo de estructuras o de una zona urbana completa de sufrir daño provocado por un movimiento sísmico de una intensidad determinada, por lo que está directamente relacionada con las características de diseño de la estructura".
"Para poder estimarla", prosigue la investigadora de la UPV, "se deben efectuar estudios que comprendan las construcciones cuya destrucción pueda ocasionar víctimas, interrumpir un servicio imprescindible para la comunidad o aumentar los daños por efectos catastróficos asociados. Una elevada vulnerabilidad puede ocasionar importantes daños, a pesar de producirse en un área con una peligrosidad sísmica moderada".
En la redacción del estudio, junto a Serrano y Temes, ha participado también Sergio Palencia, investigador del Departamento de Urbanismo UPV. Además, se ha contado con el asesoramiento experto del ingeniero consultor Javier Yuste.
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